La inconfundible realidad de nuestras vidas, es que vivimos esperando complacer a la sociedad -que resulta irónico porque formamos parte de ella- nos ponemos metas difíciles de alcanzar o inalcanzables que en ocasiones no estamos preparados para cumplir y cuando eso pasa nos decepcionamos de nosotros. Caemos en la necesidad de seguir la corriente del mundo y no nos podemos librar de ello por comodidad; hacemos lo que hacemos por complacer a otros y nos complace que les complazca, es la necesidad del mundo, la necesidad de todos, las corrientes del mundo nos arrastran y no las podemos abandonar; y algunos como yo renegamos de ellas, pero continuamos en la corriente, y hay algunos valientes que se atreven, esos son privilegiados en el mundo, alabados como artistas, que al final son remplazados por otros -algunos prevalecen con el tiempo-, y pasan a ser parte de las masas. En fin, lo importante es saber diferenciar tus metas de las metas de los "demás", aprender que e...
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